EL MASAJE CALIFORNIANO
UN POCO DE HISTORIA
Esta técnica de trabajo corporal fue desarrollada en el Instituto Esalen de California en la década de los 60 (Masaje Esalen®).
Posteriormente Ingrid May y Marcelo Bartrolí (DEP) se dedican a estructurar este trabajo para facilitar su transmisión. Así nace el Masaje Californiano (primo-hermano del masaje Esalen) y la escuela Oasis Escuela de Masajes y Artes Curativas (Buenos Aires).
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En el año 2006, Sujati, mi maestra y directora de la escuela Spazio Masajes nos acerca el Masaje Californiano a Barcelona.
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Como muchas cosas que se popularizan en nuestra sociedad, hay cierta 'prostitución' de esta técnica en su afán de comercializarla. Hay cursos de un fin de semana que dicen enseñar Masaje Californiano; también se vende como un masaje exclusivamente relajante... ¡Nada más alejado de la realidad!
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Si quieres saber más te invito a ver este video de Marcelo donde se destila la esencia de este trabajo y a leer el artículo '9 diferencias con otras técnicas de masaje'.
¿EN QUÉ CONSISTE EL MASAJE CALIFORNIANO?
Una técnica de trabajo corporal que aborda el cuerpo de manera integral (físico, emocional y energético). ​Lo caracterizan los movimientos largos e integradores que recorren todo el cuerpo como si de olas se trataran; tiene también movimientos lentos y profundos orientados a liberar las zonas más tensionadas del cuerpo, junto con movilizaciones, hamacados y momentos de pausa y quietud.
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El elemento diferenciador de este masaje, inspirado en la psicoterapia gestalt (masaje gestáltico), es la actitud del terapeuta: escucha, presencia y calidad del contacto. Cada masaje es diferente porque cada cuerpo necesita ritmos y presiones diferentes según el momento. El terapeuta se conecta con el cuerpo del cliente (a través del tacto, la respiración, la calidad del tejido muscular...) y pone en juego su sensibilidad y escucha, es entonces cuando el masaje californiano se transforma en arte.
¿CÓMO LO VIVO YO?
Me gusta definir este masaje como un ‘viaje’ en el que cada persona experimenta aquello que su cuerpo necesita. Casi siempre se llegan a estados de relajación profundos, similares al trance; normalmente se siente más apertura y espacio corporal, como si algo se hubiera aflojado...y también se producen movimientos en el cuerpo emocional: des de conectar con el placer, la compasión hacia uno mismo, el merecimiento... hasta descargas emocionales más intensas.
Lo más importante durante las sesiones es el sostén hacia la persona que está en tus manos. Es un espacio y un masaje que te permite bajar las defensas y todo lo que sucede es bienvenido. Así mismo no queremos alcanzar nada ni buscamos un objetivo concreto y es en estos momentos donde aparece la magia del momento presente, y las cosas suceden sin más, como en la vida misma.
MI ORIENTACIÓN TERAPÉUTICA COMO MASAJISTA
Estoy convencido que un contacto amoroso y presente tiene un profundo potencial sanador (¡somos mamíferos!)
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Contacto amoroso: para mí significa con respeto a tu cuerpo y a tu proceso.
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Contacto presente: trabajo des de un estado meditativo, atento a tu respiración y a tus reacciones corporales.
En un masaje estás vulnerable: estirado, semidesnudo y predispuesto a recibir. Utilizamos esta apertura para ponerla al servicio de lo que tu cuerpo necesita.
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Solamente a través de la respiración puedes disolver la contractura, el dolor o la incomodidad. Cuando algo nos duele o nos asusta, instintivamente nos contraemos, nos cerramos y dejamos de respirar. En el masaje te invito a hacer el camino inverso: pon atención a tu respiración, conecta con lo que te sucede, con la parte del cuerpo que molesta y ayuda a soltar la tensión des de dentro mientras yo ayudo a aflojar des del exterior.
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Trabajo desde un lugar luminoso. Confío, y así me lo devuelven mis clientes, que todo lo que suceda en la sesión será para bien: para más comprensión, para más compasión, para más liviandad etc. a pesar que a veces haya que transitar el dolor, la incomodidad o la propia fragilidad.
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Trabajo sin intención. Cuanto más disponible y confiado estoy yo más cosas suceden de manera espontánea. Cuanto más os escucho y cuanto más compartís conmigo cuales son vuestras necesidades más intenso es el trabajo. Más allá de una técnica depurada (y la formación continua) es esta manera de estar en la camilla la que marca la diferencia.
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Cuidar de mi propia energía y la supervisión de mi proceso como terapeuta y persona se han vuelto imprescindibles.
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Y finalmente trabajo des de mi sensibilidad, intuición y pasión por lo que hago. He descubierto que el contacto físico, cuando es consentido, es una puerta por donde entra mucha sanación, bienestar, placer y comprensiones varias. Estoy encantado de compartirlo contigo.
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“Hace falta ternura para cuidarnos, voluntad para realizar pequeños
cambios y humildad para comprender que todos tenemos descosida el alma”
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Anabel González, psiquiatra y psicoterapeuta
“Tras trabajar durante 46 años sobre la conexión cuerpo-mente (…) mi convicción es que tú eres tu cuerpo, y tu cabeza no lo controla. Esto significa que si vas a cambiar de alguna manera, tu cuerpo debe cambiar también.”
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Alexander Lowen
“Les preguntaron a los supervivientes del atentado de las torres gemelas de Nueva York qué es lo que encontraron más beneficioso para superar los efectos de su experiencia. Los supervivientes destacaron acupuntura, masaje, yoga y terapia EMDR”
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El cuerpo lleva la cuenta, Bessel Van Der Kolk
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